20-06-2006

No me puedo creer la mala suerte que tengo. Por fin ayer me dijo una persona donde podría encontrarte, así que me he armado de valor y he venido a la playa justo al lugar donde me han dicho que estarías. He salido de trabajar a las 14:30 y vuelvo a entrar a las 17:00, así que en el único momento que tengo libre del dia me he decidido ir a buscarte.

Llego al lugar, estoy como un flan; el corazón me va a salir del pecho de lo nervioso que estoy. Me siento a 100 metros de la caseta donde debes estar, veo a gente en ella pero no llego a distinguir si una de esas personas eres tú. Creo que no me atreveré a acercarme, estoy a punto de dejarlo correr, de dar media vuelta y marcharme a casa; pero las ganas de verte son más fuertes que los nervios, que son muchísimos. Paso por lo menos 10 minutos ahí sentado, sin saber que hacer, que camino tomar. Hasta que me digo a mí mismo: nunca conseguiré nada si no me atrevo a hacer estas cosas. Así que respiro hondo y me acerco a la caseta. Hay un chico y una chica en ella. Les pregunto y me dicen que sí que trabajas ahí, pero que hoy es tu dia libre. No me lo puedo creer... con lo que me ha costado hacer todo esto.

Ahora son casi las 16:30, estoy sin haber comido nada porque prefiero gastar el poco tiempo que tengo en buscarte antes que en comer, estoy sentado en mi coche escribiendo estas líneas y a punto de marcharme de nuevo al trabajo, a la rutina y monotonía del dia a dia...