Me he pasado toda la noche pensando en tí. No tengo mas que ganas de verte otra vez. No he dormido nada. Me has robado todas las horas de sueño. Apenas puedo comer si no es con mucho esfuerzo. Y ahora estoy aquí, en la biblioteca como te dije que estaría, sin poder concentrarme, sin poder estudiar, escribiendo estas líneas, pasando las horas muertas pensando en tí y ocupando dos sitios, uno de ellos para tí por si me das una sorpresa y apareces por esa puerta, pero sé que no lo harás y que este será un sitio desaprovechado que podría ocuparlo otra persona y sacarle partido, porque va pasando el tiempo y no entrarás por esa puerta para sentarte a mi lado.
Puede que esto no tenga ninguna razón de ser porque anoche, cuando me separé de tí, él se quedó un rato más contigo y quizás en ese momento saltó la chispa entre los dos y yo, como siempre haya perdido una batalla más.
Pero ¿por qué para conseguir mi felicidad alguien se tiene que quedar sin la suya?¿Por qué siempre tenemos que pasar por encima de alguien para conseguir nuestro objetivo?¿Por qué la vida es una competición en tantos y tantos aspectos? Yo no quiero competir, no quiero que la vida me obligue a hacerlo. ¿Por qué no puedo conseguir mi felicidad sin tener que sufrir anteriormente o sin que ello afecte a nadie?
Alguien puede hacerse daño, tú o yo, o los dos; y ni tú ni yo nos merecemos eso, porque te conozco y sé que eres una buena persona, porque los dos tenemos el mismo derecho a ser felices, pero la vida es tan injusta que nos pone a los dos en el mismo callejon sin salida. Ojalá pudiera echarme atrás pero no puedo negar mis sentimientos.
Me encantaría que se cumpliera lo que dice Sabina en una de sus canciones: " todo comenzó una noche, después de un concierto". Solo que esa noche el concierto era tuyo, Sabina.
Tengo miedo de que pase justo el tiempo necesario sin verte para que cuando volvamos a vernos ya te haya perdido para siempre.
Y nos miramos varias veces a lo largo del concierto y tú siempre me sonreías y un par de hoyuelos aparecían en tus mejillas cada vez que lo hacías. Y nuestras miradas se cruzaron mientras todos cantábamos "y morirme contigo si te matas y matarme contigo si te mueres, porque el amor cuando no muere mata porque amores que matan nunca mueren..." pero al poco tiempo tuve que apartar mi mirada de la tuya porque en ese mismo momento no estaba cantando, sino que te lo estaba diciendo mientras te miraba.
4 Comments:
Vuelvo a pasrme por aquí... tú eres el que tienes que ver lo que te conviene, pero no decir nada y perder es mucho peor que que te digan que no... y respecto a lo de luchar por algo... todo lo que vale la pena nos lo ganamos, no nos lo regalan (así lo apreciamos más).
Animo.
(Me seguiré pasando si no te importa...)
Tengo ganas de dejarte un comentario en condiciones, me gustan demasiado los tuyos como para escribir cualquier chorrada, de eso nada. Pero... ¡déjame que encuentre 15 minutillos libres! (hay cosas que necesito hacer con tiempo, ganas, y relajación, jajaja)
De momento, besitos. Que no es poco, ¿eh? ;-) Y un enorme agradecimiento por todas las cosas que me dices, intercaladas en frases de canciones que me llegan :-)
Estaba pensando... hubo muchísima magia aquella noche en aquel concierto, pero nunca imaginé que tanta. Me emociones, vaya ;-)
Un beso, tengo que ir a trabajar!
Vaya...... que bonito post...
He pasado por aquí, al ver que comentabas en mi blog y me ha encantado ver que me enlazabas... "Ainhoa y el metro" que chulo.. muchas gracias.. debería de cambiar el nombre del blog, jajajaj
Saludos y gracias
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